Existe un consumo de energía cada vez mayor que provoca un aumento de emisiones de gases contaminantes, como consecuencia impacta en el cambio climático de nuestro planeta.
Los refrigerantes contienen químicos que pueden dañar la capa de ozono, de ahí la importancia de escoger un refrigerante amigable con el medio ambiente y que tengan el menor impacto en la temperatura del planeta.
Los refrigerantes químicos obsoletos provocan la elevación de la temperatura del planeta, que a su vez se manifiesta en cambios climáticos. Solo los refrigerantes naturales pueden llegar a ser respetuosos con el medio ambiente.
En 1956 se normalizó la nomenclatura para la clasificación de refrigerantes. Más tarde se convirtió en el Standard 34, tras lo cual se decidió crear una clasificación de seguridad para dichos refrigerantes.
Estos fluidos responden a dos clasificaciones, dependiendo el tiempo máximo permisible en que una persona puede estar expuesta a ellos. La intención de este estándar es referirse, por un método simple, a los refrigerantes con números y letras, en vez de utilizar el nombre químico del gas, su fórmula o marca.
El propano es una alternativa muy conveniente para la refrigeración y el aire acondicionado. Ya que es amigable con el medio ambiente, debido a que ofrece una gran reducción de las emisiones directas y aumenta la eficiencia energética.
Los mecanismos de refrigeración equipados con refrigerantes naturales, tienen una mejor aislación, así se evitan fugas de refrigerante y un mayor grado de eficiencia energética. Esto se traduce en menos costos para cualquier empresa que los utilice.
Para cuidar el planeta es importante crear cadenas de frío que sean respetuosas con el medio ambiente, por lo que la participación del gobierno, industria y los consumidores, es primordial para alcanzar metas en las que las siguientes generaciones no vean comprometida su bienestar.
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